Saber si un pollito es macho o hembra puede parecer difícil a simple vista, ya que ambos sexos tienen un aspecto muy similar al nacer. Sin embargo, hay algunas pistas que podemos buscar para determinarlo con precisión.
En primer lugar, podemos fijarnos en el color del plumaje del pollito. Normalmente, las hembras tienen un tono más claro y uniforme que el de los machos, los cuales suelen presentar manchas y rayas más oscuras en algunas partes del cuerpo.
Otro indicio interesante puede ser el tamaño del pollito. Aunque ambos sexos suelen nacer con un tamaño similar, con el paso de los días se empiezan a notar diferencias. En general, los pollitos machos tienen un crecimiento más rápido que las hembras, llegando a ser algo más grandes.
También podemos fijarnos en las alas, ya que su estructura es diferente en machos y hembras. Normalmente, los machos tienen alas más largas y puntiagudas que las hembras, las cuales tienen unas alas más cortas y redondeadas.
Por último, la cresta y las barbillas pueden ser una buena pista para saber si estamos ante un pollito macho o hembra. Si el pollito presenta una cresta y barbillas grandes y vistosas, es muy probable que sea un macho. Por el contrario, si presenta una cresta y barbillas más pequeñas y sutiles, es probable que sea una hembra.
En definitiva, aunque puede resultar complicado saber si estamos ante un pollito macho o hembra, hay varios indicadores que podemos tener en cuenta para descubrirlo con precisión.