La producción de leche no es algo exclusivo de los mamíferos, hay aves que también tienen esta capacidad. Entre ellas, destacan las palomas, los pingüinos y las flamencos.
Las palomas producen una sustancia lechosa y amarillenta que se conoce como "leche de buche". Esta sustancia es rica en proteínas, grasas y nutrientes, y es utilizada para alimentar a sus crías durante los primeros días de vida.
Por su parte, los pingüinos producen una "leche de guantera" muy rica en grasas y aceites, necesaria para que sus polluelos puedan crecer y desarrollarse correctamente en un ambiente tan frío como el que habitan los pingüinos.
Las flamencos también son conocidas por producir "leche de cultivo", un líquido rico en grasas y proteínas que utilizan para alimentar a sus polluelos durante los primeros días de vida. La leche de cultivo se produce en unas glándulas ubicadas en el tracto digestivo de las flamencos, y tiene un sabor similar al de la leche materna de los mamíferos.